El relato de los esfuerzos que venimos realizando en la investigación de la institución presidencial argentina y el registro de las actividades científicas que en ese campo estamos desarrollando, ilustrarán sobre los propósitos que nos impulsan en este inédito intento académico e institucional.
En apoyo a iniciativas de nuestra autoría, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, CONICET, promueve una línea de investigación dedicada al estudio de las Instituciones Políticas Fundamentales, cuya intención inicial y determinación final propone actualizar las herramientas requeridas para el análisis de los problemas institucionales a la luz de la teoría política que se encuentra disponible y en estado de aplicación.
En ese marco de amplias dimensiones, nos hemos propuesto estudiar las presidencias argentinas del siglo XX. Dos campos de indagación han sido objeto de nuestro especial interés. Por un lado concentramos la atención en el régimen presidencialista argentino por ser el producto histórico que tomó forma en el marco de las atribuciones conferidas por el ordenamiento constitucional. Por el otro, consideramos relevante observar al actor presidencial, máximo detentador de autoridad, por tratarse de uno de los íconos emblemáticos tanto del pasado como del presente.
La fundación de la república constitucional a mediados del siglo XIX fue una formidable empresa de estadistas que, requeridos por las exigencias de los tiempos excepcionales, tuvieron que asumir el comando natural del poder. Esa fue una constante que surgió de la entraña misma de los gobiernos; y ocurrió como si la falta de impulso presidencial pudiera resultar fatal para la conducción del Estado. En tal condición, inevitable y necesaria, los presidentes argentinos ejercieron una influencia gravitante y decisiva que, voluntaria o involuntariamente, colocó en sus manos los resortes del poder.
Asumida la concentración del mando en el “máximo detentador de autoridad” , procuramos recuperar la lectura global del atípico y exclusivo régimen político argentino, tomando como hilo conductor de nuestra indagación la noción de “hiperpresidencialismo”, un concepto operacional y analítico acuñado por reconocidos estudiosos, que tiende a aislar un aspecto específico enmarcado en el más amplio y comprehensivo sistema presidencial.
Como objetivo general del estudio tratamos de identificar el “hiperpresidencialismo” como un régimen político y un estilo de gobierno cuya concentración de poder es portadora de una hegemonía inestable de fuerte impacto institucional. En primer lugar, procuramos hacer inteligible la institución presidencial argentina a través del tratamiento de un conjunto de dimensiones estructurales que dan forma al poder concentrado desempeñado por todos los actores presidenciales; en segundo lugar, tratamos de indagar en la actuación de cada agente de autoridad, para obtener generalizaciones y señalar tendencias a partir de las semejanzas y diferencias existentes entre los principales detentadores del poder.
La investigación, cuyo período de corte en perspectiva de larga duración atraviesa el siglo XX, desde 1916 hasta 2009, toma en cuenta a treinta y un actores presidenciales que se desempeñaron en las treinta y cuatro presidencias de iure y de facto, de ese período de “democracia inestable” y de crisis institucional. La laxitud del corte viene a coincidir con la periodización aceptada sin discusión por los estudiosos; se corresponde con las distintas secuencias de nuestro proceso político y armoniza con los saberes de la historiografía tradicional.
Desafiados por la situación global del mundo, de la región y del país, nuestros estadistas y gobernantes consideraron la magnitud del problema institucional a resolver, abrieron el debate sobre el sistema político vigente y diseñaron las bases institucionales requeridas para alcanzar un orden social deseable. En función de esa logística operativa tratamos de hacer inteligible el fenómeno “hiperpresidencialista” valiéndonos de las categorías de análisis que resultaban apropiadas para identificarlo y designarlo.
A partir de una introducción contextual que comprende el panorama internacional, la situación del país y las ideas dominantes, asociados a cada instancia histórica de actuación presidencial, la investigación concentra la indagación en ocho categorías analíticas que responden a dimensiones estructurales y funcionales. Entre las primeras : La autoridad ejecutiva – La articulación del poder – El instituto ministerial – La administración pública – La relación con el Congreso – La relación con la Justicia – El ordenamiento territorial – Los cometidos del Estado. Entre las segundas : El perfil presidencial – El poder mayoritario – La subordinación de los ministros – El aparato administrativo – La preeminencia sobre el Congreso – La influencia en la Justicia – La centralización del territorio – El intervencionismo estatal.
Debemos advertir que las categorías estructurales a nivel de formalización y las categorías funcionales a nivel de actuación, presentadas aquí en forma separada y yuxtapuesta para su mejor abordaje y comprensión, fueron investigadas sin solución de continuidad e incorporadas a un mismo texto por corresponder ambas a una misma unidad de intelección.
Antes que proponer un método de investigación único y exclusivo, consideramos preferible asumir todas las vías y procedimientos que fueran funcionales con el propósito y objetivos del estudio. Por lo tanto, ningún método, aunque garantizado por su validez científica, nos eximió de considerar las circunstancias concretas de cada tramo específico en tratamiento. Esa pretensión de autonomía no impidió empero que fijáramos límites para evitar abordajes contrapuestos e incongruentes en categorías que se prueban correlativas e interactivas. Así, a partir de un marco teórico puesto en acto a través de un conjunto de categorías analíticas, tratamos de mirar el instituto presidencial argentino con arreglo a los métodos de la ciencia positiva, tomando partido por la objetividad de la observación, la actuación más allá del discurso, los antecedentes de la historia. La orientación es sociológica y no metafísica, aunque no abrimos juicio sobre los abusos de su empleo a los que la investigación se considera escrupulosamente ajena.
La investigación ha progresado considerablemente en el relevamiento de la masa informativa y documental correspondiente a las categorías de análisis. Cada una de ellas y de sus respectivas variables, fue procesada en sus niveles de formalización normativa y de actuación institucional. El tramo cumplido cubrió entre el 80 y el 90% de la investigación, dió término al análisis de la información relevada y retuvo un conjunto de constataciones provisorias sobre el desarrollo histórico, los procesos sociológicos y la aplicación política del régimen hiperpresidencialista vigente a lo largo del período en estudio.
En su etapa final se presentarán los avances teóricos obtenidos en los distintos segmentos disciplinares y se exhibirán las perspectivas abiertas en los dominios de la investigación científica y de la aplicación institucional.
Se invita a científicos, estudiosos y profesionales iniciados en las ciencias sociales, a incorporarse a nuestro programa de investigación, en su actual estado de avance. La labor de los investigadores podrá ser compensada con una adecuada retribución económica.