Comunicación. Seminario de Teoría Política. Doctorado en Ciencia Política. Universidad del Salvador- 22 de agosto de 2005.
En tiempos nada fáciles en que la globalización del planeta, la innovación tecnológica, los desastres naturales, la exclusión social,la turbulencia ideológica, el escándalo de la pobreza … anuncian una nueva configuración del mundo, presentimos que la cultura institucional volverá a revestirse de una importancia singular, entre otras razones, porque habrá que orientar el rumbo de sociedades desbordadas y de estados colapsados cuyos alcances y consecuencias son por el momento impredecibles.
En ese marco de amplias dimensiones estamos realizando estudios empíricos sobre la Cultura institucional, entendiendo por tal, la representación del entramado social que opera como el instrumental adecuado para orientar el rumbo de la sociedad compleja sometida a profundas transformaciones.
Para avanzar en la línea de investigación propuesta, relacionamos los estudios sobre Cultura institucional con el escenario estratégico de las identidades culturales -en plural- por ser ellas las que en las comunidades vinculan a quienes “comparten las mismas normas de vida, consideran una misma selección de objetos bajo el mismo aspecto; tienen las mismas opiniones sobre gran número de asuntos, generan análogos pensamientos a partir de los mismos hechos”.
Como hilo conductor de ese amplio espectro cultural sostenemos la hipótesis, no refutada, según la cual “en la sociedad plural y conflictiva la convivencia sólo es posible si a través de las identidades culturales operando mediante una red de sistemas de valores compartidos, se alcanzan los consensos necesarios sin los cuales las acciones de los hombres se abandonan a la aventura, al desorden y a la impotencia, oscureciendo las mentes, debilitando las conductas, aflojando las voluntades”. Es en ese vasto escenario de las identidades culturales donde anidarían algunos de los interrogantes mayores de la sociedad argentina actual enfrentada con los dramáticos desafíos planteados por nuestra primera gran crisis del milenio.
En este primer abordaje de nuestra empresa anticipamos algunas nociones elementales sobre los tres conceptos que ocupan la centralidad del presente ensayo, a saber: el universo global de la Cultura institucional; el paradigma llamado Visión global de la complejidad; y la representación institucional como hilo conductor de la investigación.
En cada uno de los tramos decisivos de la investigación destacamos la importancia atribuída a la Cultura institucional, esto es, la cultura de pertenencia entendida aquí como dimensión orientadora de toda acción humana realizada en libertad. Al presentar el nuevo escenario surge inmediatamente la pregunta: ¿Cuál será el lazo de unión suficientemente fuerte capaz de reunir en una misma sociedad a comunidades que atesoran intereses propios, tienen costumbres diferentes, arraigan en hábitos singulares? ¿Es posible el clivaje entre pueblos con puntos de partida múltiples y diversos? En nuestro anticipo de respuesta advertimos que una Cultura institucional que ofreciera una visión clara y fijara un rumbo cierto a la sociedad, asumiendo la pluralidad de identidades en vigencia y aceptando la autoafirmación de todas las culturas, esperando que las propiedades integradoras operasen por sí mismas, permitiría trazar un cuadro inédito y original que hoy se encuentra al alcance de nuestra imaginación.
La observación de la Cultura institucional se conecta con la llamada Visión global de la complejidad, mediación instrumental que no es el resultado fortuito de una construcción voluntarista sino la confluencia de múltiples factores que están revolucionando los modos tradicionales del conocer y del saber. Visión global de la complejidad cuya metodología “macroscópica, sistémica, perspectivista” se identifica con un abordaje científico que habiendo quedado largamente postergado, hoy es reclamado ante las apremiantes exigencias de la sociedad en crisis. En fin, dispositivo crucial para escapar de la espesa maraña de hechos y sucesos, informaciones y comentarios, tendencias y posiciones que nos desbordan y nos hunden en un mar de confusiones.
Para dar cuenta de la Cultura institucional con aplicación de la Visión global de la complejidad tomamos como hilo conductor de la observación el concepto de representación institucional, categoría analítica que se define como una noción operacional que tiende a aislar un aspecto de la Cultura institucional. Ese aspecto existe con referencia a la realidad fundamental de la cultura que se expresa por un concepto central del cual la representación institucional constituye un concepto analítico derivado. Representación institucional, en fin, que trata de hacer inteligible una masa de producción social y de comportamiento humano mediante el establecimiento de escenarios aptos para darles un orden y atribuirles una significación, procurando obtener una visión objetiva de la cultura, esto es, superadora de toda posición opinable y desprendida de todo juicio de valor.
Indagar en el universo global de la Cultura Institucional, aplicando el paradigma de la Visión Global de la Complejidad e identificando las Representaciones institucionales sería entonces nuestro aporte a tener presente por los actores institucionales -teóricos y prácticos- que quieran contribuir a fortalecer los cimientos de una Argentina que, al reconocerse a sí misma, aspira a encontrar su lugar en el concierto de las naciones
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