En el libro Ensayo histórico sobre el “leadership” presidencial argentino, publicado en 1989, investigamos las raíces institucionales y políticas de nuestra forma de gobierno, centrando el análisis comparativo en un estudio dedicado al gobernante del siglo XIX, considerado el exponente clave que emanado de poderes constitucionalmente conferidos y encumbrado a través de una práctica efectiva, “tenía pendiente de su gesto a toda la nación”. Entre los múltiples factores que modelaron el llamado “leadership” presidencial del siglo XIX –estrechamente relacionado con el “hiperpresidencialismo” del siglo XX- intentamos aislar aquellos que sobresalían por su más ajustada observación y por sus mejores propiedades descriptivas : una visión positiva del alto cargo; la adecuación al sentido de la historia; un papel de guía y conductor; el ejercicio personal del mando. Al registrar los modelos presidenciales canonizados por la historia, recorríamos críticamente la hagiografía oficial cuyo simbolismo legendario era abastecido por las biografías y memorias de quienes fueron consideradas por entonces las personalidades más notables del país.
Si bien el recurso didáctico operó como efecto impulsor destinado a sugerir criterios para este nuevo estudio, también sirvió para advertir que tanto la sabiduría convencional como las canonizaciones oficiales, adolecían de carencias epistemológicas ostensibles toda vez que aplicaban categorías analíticas de escasa resolución.
Al trasladar la ponderación al momento actual advertíamos cómo la mayoría de los teóricos y prácticos que hoy se ocupan del instituto presidencial, siguen aplicando las herramientas ofrecidas por aquel saber convencional que, por definición, impide incursionar en la complejidad estructural del mundo actual. Impotencia, entonces, de un conocimiento degradado cuyos insumos metodológicos y relato argumental aparecen emparentados por cierto “aire de familia”: Complacencia metafísica en la observación de fenómenos sociales; exámenes sumarios a partir de rápidas intuiciones; amplias generalidades insusceptibles de ser probadas; referencias de segunda mano indisponibles para el análisis objetivo; ponderación de lo universal y abstracto e indiferencia por lo histórico y concreto.
En convergencia con las otras investigaciones del Programa Procuin, tenemos puesta la mira en el perfil individual y social de los presidentes argentinos, cuya observación comparativa puede agregar significación a lo real. ¿Qué factores de la personalidad básica reforzaron la imagen presidencial y qué cualidades adquiridas comprometieron su evolución? . Desentrañar esas condiciones iniciales que en función de estímulos o barreras operan en los “máximos detentadores del poder” , puede ayudar a explicar mejor la paradoja del hiperpresidencialismo argentino cuyas fortalezas y debilidades son objeto de discusión y debate.
Se investigan categorías de análisis comprendidas en tres grandes módulos, a saber:
I. La figura.- Incluye las siguientes categorías de análisis : Procedencia geográfica – Orígen socioeconómico – Contexto familiar – Fisonomía – Personalidad – Trayectoria educacional – Socialización – Inserción profesional. II. El candidato.- Incluye las siguientes categorías de análisis : Vocación de poder – Formación general – Contexto de surgimiento – Bases sociales – Bases políticas – Concreción de la candidatura – Acceso al gobierno. III . El presidente.- Incluye las siguientes categorías de análisis : Estado psicofísico – Concepción política – Entorno presidencial – Estilo de liderazgo – Estrategia de comunicación – Imagen pública – Concreción de objetivos – Salida del gobierno – Lugar en la historia.
El impacto provocado por las carencias cognoscitivas -inquietantes desde un punto de vista científico y limitativas en cuanto a recursos correctivos- dió impulso a este nuevo estudio cuyo enfoque trata de clausurar semejante estado de cosas, alejándose de los conceptos generosamente admitidos y revirtiendo las interpretaciones prevalecientes.
Se invita a los profesionales de las ciencias sociales con conocimientos en la temática a integrar nuestro equipo de trabajo, a fin de continuar con las investigaciones en curso de ejecución. La labor de los investigadores podrá ser compensada con una adecuada retribución económica.