Comunicación. Seminario de Metodología. Doctorado en Ciencia Política. Universidad del Salvador- Sesión del 10 de agosto de 2007.
En ese marco conceptual de amplias dimensiones el estudio procuró capturar el hiperpresidencialismo, considerado el factor agregativo de poder que el “máximo agente de autoridad” ha venido transitando, bajo distintos regímenes, desde los orígenes mismos de la Argentina ignota.
Para dar cuenta de una visión objetiva del régimen político hiperpresidencialista pasamos a operar en dos niveles complementarios. En el primer nivel asumimos el régimen político en su tipología presidencialista, toda vez que el ropaje adoptado por la forma constitucional recibe la impronta de una autoridad fuerte, enérgica y vigorosa que hegemoniza sobre los restantes poderes del Estado y, no pocas veces, sobre la debilitada trama del tejido social. En el segundo nivel incorporamos la entidad del presidente, esa figura clave que emanando de poderes constitucionales conferidos se encumbró a través de una actuación concreta y efectiva. A partir del cúmulo de facultades asignadas, el presidente argentino tuvo la posibilidad de ser, y ordinariamente fue, el lider de una élite política que realizó una gesta propuesta por la historia y que tuvo la capacidad personal de conducirla. Queda asumida la tradición hiperpresidencialista que, con distintas máscaras ideológicas, habría permanecido constante, con mínimos y fugaces intervalos, desde la Argentina inmemorial hasta la actualidad.